La poeta Mariela Cordero,
nuestra colaboradora, esta semana nos presenta dos poemas de Catalina Garcés
Ruiz (Colombia). Escritora y Filóloga hispánica de la Universidad de Antioquia.
Ha publicado los poemarios Hasta que desaparezca el nombre, Arte Activo
(2016), que fue traducido al alemán por Maia Traine para la editorial
Parasitenpresse con el título Bis der Name verschwindet (2024); Música
sueña, KDP (2020) y Para rostros di-versos, BajaMar editores (2024).
Pertenece a KRELIA (Asociación de creadores literarios de Álava) y es
cofundadora del Colectivo Nacen voces.
I
Sé mi muerte y mi primer aliento.
Hazme rescate sin tesoro,
viento alado y sin ruido.
Suavidad sin piel
en una habitación sin límites
de un mundo a la intemperie
entre muertos de luminosas partículas
o plumas imperceptibles que ya no hablan.
Hazme luz y ventana por separado:
proyéctame en direcciones opuestas
como alas que no se juntan.
A veces el tiempo se expande
igual que unas alas al vuelo.
A veces con menos de lo que crees
puedes lograr lo impensable.
A veces el tiempo se comprime
y, aunque vaya lento, no se rinde ante nada.
A veces el tiempo, con sus partículas de luz apagada
te dice en la mente y su velocidad
que entre más alto pienses, más alto vuelas.
Y para llegar a cualquier lugar
no vueles bajo, también susurra a veces,
pues las distancias de la mente
siempre serán cansancio y sueño.
Pero si el sueño
te hace consciente de su dimensión,
no solo todo será posible,
sino que podría ocurrir
al mismo tiempo,
y también en paralelo,
una elipse en la vida
más allá de la muerte.
Estos poemas pertenecen al libro inédito Alas y
muertos.

